En las últimas semanas, Electrolit se ha vuelto tendencia en redes sociales debido a publicaciones que aseguran que esta popular bebida hidratante contiene exceso de azúcar y podría ser mala para la salud. Ante la creciente preocupación de los consumidores, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio para aclarar qué tan saludable es realmente este producto y cuándo es recomendable consumirlo.
El análisis reveló que, aunque Electrolit cumple con los estándares de calidad sanitaria y es efectivo para combatir la deshidratación, su consumo excesivo podría generar desequilibrios en el organismo, principalmente por su contenido de sodio y azúcares.
¿Qué es Electrolit y para qué sirve?
Electrolit es una bebida de suero oral que contiene una mezcla de electrolitos esenciales como sodio, potasio, calcio, magnesio y azúcares. Su función principal es rehidratar el cuerpo tras pérdidas de líquidos provocadas por calor extremo, ejercicio intenso, vómito, diarrea o incluso consumo excesivo de alcohol.
Te podría interesar
Sin embargo, Profeco advierte que no debe consumirse como agua de todos los días, ya que fue diseñado para reponer minerales en casos específicos de deshidratación, no para la hidratación cotidiana.
Esto encontró Profeco al analizar Electrolit
Te podría interesar
La Profeco evaluó la composición, etiquetado y calidad sanitaria de Electrolit 625 ml, con el fin de determinar si realmente contiene exceso de azúcar o minerales que puedan afectar la salud. El estudio tomó en cuenta siete factores:
- Información al consumidor
- Contenido de azúcares
- Valor energético
- Calidad sanitaria
- Contenido neto
- Presencia de edulcorantes no calóricos
- Niveles de minerales y vitaminas
Los resultados fueron claros: Electrolit cumple con las normas sanitarias y el contenido declarado, destacando por su buena calidad y precisión en etiquetado.
Sin embargo, el organismo advirtió que el consumo frecuente podría alterar el equilibrio de minerales en el cuerpo, especialmente en personas que no requieren una reposición inmediata de electrolitos.
Composición nutricional: minerales, azúcar y energía
De acuerdo con el estudio, Electrolit aporta 20 kilocalorías por porción, derivadas principalmente de los azúcares añadidos que ayudan a mejorar la absorción de líquidos y sales.
Por cada 100 mililitros, contiene:
- Calcio: 8 mg
- Magnesio: 4.9 mg
- Potasio: 77.6 mg
- Sodio: 63 mg
Estas cantidades contribuyen a la recuperación de líquidos y minerales tras episodios de deshidratación, aunque su aporte es limitado en comparación con los requerimientos diarios del cuerpo.
Profeco advierte: úsalo con moderación
La Profeco fue enfática al señalar que tomar Electrolit de manera ocasional no representa un riesgo, pero su consumo constante puede ser contraproducente.
“Los sueros orales como Electrolit deben utilizarse sólo en casos de deshidratación, no como bebida de uso diario”, advierte el informe.
El exceso de minerales como sodio o potasio podría causar desequilibrios electrolíticos, especialmente si el organismo no ha perdido estos componentes de forma natural.
Por eso, los expertos recomiendan mantener un consumo responsable y reservar este tipo de bebidas para momentos específicos de agotamiento, ejercicio intenso o enfermedades gastrointestinales.
El estudio concluye que, si bien Electrolit es eficaz en la rehidratación, el agua natural sigue siendo la mejor opción para el consumo diario.
Los especialistas coinciden en que la hidratación cotidiana debe provenir del agua simple, mientras que los sueros orales deben usarse como apoyo temporal.
“La diferencia entre hidratación de mantenimiento y rehidratación terapéutica es clave para cuidar la salud y evitar desequilibrios”, puntualizó Profeco.
En resumen, Electrolit no es malo si se consume con moderación, pero no debe reemplazar al agua ni considerarse una bebida saludable de uso diario.
El estudio de Profeco (realizado en 2022) reafirma que Electrolit cumple con la calidad sanitaria y nutricional prometida, pero debe consumirse con precaución y únicamente cuando sea necesario.
Usado correctamente, ayuda a restaurar líquidos y minerales; en exceso, podría causar el efecto contrario.