¿Qué pasa cuando una universidad decide que no basta con hablar de paz, sino que es fundamental aplicarla? En la UACM, los pasillos, las aulas y hasta los espacios de reinserción social están haciendo equipo para que la convivencia pacífica suceda de verdad. No se trata sólo de cumplir con reglamentos, sino de sembrar prácticas que logren que estudiantes, profesores y personal administrativo, se sientan parte: el respeto mutuo, la inclusión y la educación desde una perspectiva humana.
La UACM dispone de un protocolo para prevenir y erradicar la discriminación, normativas que promueven la resolución de problemas por medio del diálogo. También brinda apoyo y orientación a estudiantes con alguna discapacidad.
Más que clases con acciones que transforman
Por ejemplo, los programas Letras Habladas y Letras Señadas se encargan de que la universidad sea accesible para personas ciegas o sordas. La UACM cuenta con materiales en Braille, intérpretes, audios y todo lo necesario para que nadie quede fuera.
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Y no acaba ahí, la UACM también entra donde muchos no imaginan: en los centros de reinserción social de la Ciudad de México. El programa PESCER (Programa de Educación Superior para Centros de Reinserción Social) apuesta a que estudiar no sea privilegio, sino un camino para muchos. A la fecha, la UACM ha entregado más de cien títulos de licenciatura dentro de los centros penitenciarios de la Ciudad de México.
