Muchas personas cometen un error común al usar la plancha que puede aumentar significativamente el consumo de electricidad. Esta práctica inadvertida no solo eleva la factura, sino que también afecta la eficiencia del aparato.
Conocer y evitar este hábito ayuda a cuidar el bolsillo y el medio ambiente. Te contamos qué es lo que estás haciendo mal y cómo corregirlo fácilmente.
¿Cuál es el error que muchas personas comenten al usar la plancha?
El error más frecuente al usar la plancha de ropa que encarece la factura de electricidad es dejarla encendida durante pausas o mientras no se está planchando activamente. Muchas personas mantienen la plancha conectada entre prenda y prenda, lo que hace que el aparato consuma energía innecesariamente para mantener la temperatura alta.
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Este hábito, aunque parezca pequeño, genera un aumento considerable en el consumo eléctrico mensual. Para evitarlo, se recomienda apagar la plancha en esos momentos y volver a encenderla cuando se reanude el planchado, optimizando así el uso de energía y reduciendo gastos.
¿Qué se recomienda hacer para ahorrar energía?
Para ahorrar energía al usar la plancha, se recomienda apagarla durante las pausas o cuando no se esté planchando activamente. Así evitas que la resistencia consuma electricidad manteniendo la temperatura sin necesidad.
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También es útil planchar varias prendas seguidas para aprovechar el calor generado y, si es posible, usar la plancha en modo económico o con ajustes de temperatura adecuados según el tipo de tela.
¿Qué acciones ayudan a achicar el valor de la factura eléctrica?
Para reducir la factura eléctrica, es clave apagar o desconectar los aparatos cuando no se usan. Esto evita el consumo innecesario en modo espera.
Aprovechar la luz natural y reemplazar focos tradicionales por LED reduce el consumo eléctrico. Además, mantener los equipos en buen estado garantiza un funcionamiento más eficiente y menos gasto.