El terremoto del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México marcó un antes y un después en la historia del país. Con una magnitud de 8.1 grados en la escala de Richter, el sismo dejó miles de víctimas y transformó la fisonomía urbana. Entre los símbolos de la tragedia estuvieron el Hotel Regis, el Edificio Nuevo León en Tlatelolco y parte de la sede de Televisa Chapultepec, construcciones que colapsaron o quedaron gravemente dañadas.
Hoy, a casi cuatro décadas del desastre, surge la pregunta: ¿cómo se verían actualmente esos edificios si aún existieran?
Hotel Regis: del glamour a las ruinas
El Hotel Regis, ubicado en la avenida Juárez, era uno de los centros de lujo más reconocidos de la capital. Con cines, baños de vapor y restaurantes, simbolizaba la modernidad del México de mediados del siglo XX.
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Tras el terremoto, el inmueble colapsó y fue consumido por un incendio que duró varios días, dejando solo escombros en lo que antes era un punto de encuentro para la alta sociedad.
Cómo se vería hoy: si el Regis hubiera sobrevivido, probablemente habría evolucionado en un hotel de cinco estrellas de categoría internacional, rodeado de comercios, boutiques y restaurantes como los que hoy caracterizan a la zona de la Alameda Central y Reforma.
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Edificio Nuevo León en Tlatelolco: símbolo de la tragedia
El Edificio Nuevo León, en el Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco, se convirtió en uno de los símbolos más trágicos del sismo de 1985. La torre se desplomó casi en su totalidad, atrapando a cientos de residentes.
Cómo se vería hoy: de haber resistido, sería un ícono arquitectónico de la modernidad de los años sesenta, quizás remodelado y reforzado con tecnología antisísmica. Su ubicación lo habría convertido en uno de los departamentos más cotizados de la zona norte de la capital.
Televisa Chapultepec: la televisora herida
La sede de Televisa Chapultepec, en la esquina de Chapultepec y Balderas, sufrió graves daños estructurales en sus edificios. Aunque no colapsó en su totalidad, varias de sus instalaciones quedaron inutilizadas y fueron demolidas.
Cómo se vería hoy: de no haber sufrido el impacto del terremoto, la televisora probablemente conservaría sus foros históricos y oficinas originales, modernizados con tecnología digital y pantallas gigantes, funcionando como un centro neurálgico de la televisión mexicana.
Aunque estos edificios ya no existen, su recuerdo sigue vivo en la memoria colectiva. El terremoto de 1985 no solo cambió el paisaje urbano de la Ciudad de México, sino que también impulsó nuevas normas de construcción y protección civil, que hasta hoy marcan la diferencia en la seguridad de la capital.
Recordar cómo lucirían estas construcciones es también reconocer la resiliencia de una ciudad que renació entre los escombros, convirtiendo la tragedia en un motor de transformación.