La Mejormanía
La historia de Sonido Fanático: del Peñón de los Baños al corazón de la banda
Así fue como nació de un sueño Sonido Fanático, siendo apadrinado nada más y nada menos que por La Changa.
¡Llamado a toda la banda sonidera! En La Mejormanía tuvimos el honor de recibir a Lalo, el alma y voz detrás de Sonido Fanático, quien nos compartió cómo pasó de ser promotor a convertirse en una leyenda apadrinada nada menos que por el mismísimo Ramón Rojo “La Changa”.
De la promo a la consola: así nació Fanático
Lalo comenzó su historia en el mundo del sonido como publicista de grandes eventos, especialmente de La Changa. Pero fue en agosto de 1995 cuando decidió dar el salto y fundar su propio concepto: Sonido Fanático. Su primera aparición fue el 15 de agosto de 1995 en San Miguel Ameyalco, Toluca, durante el 27 aniversario de La Changa. Ese día, Ramón Rojo lo presentó ante un público que llenó el lugar, apadrinando oficialmente el nacimiento del nuevo sonido.
“Fanático nació grande”, recuerda Lalo. Aunque aún no contaban con equipo propio, alquilaron el audio de Continental 2000, uno de los sonidos más respetados del Peñón de los Baños, cuna de gigantes del ambiente sonidero como Cristalito, Porvis y más. Desde ese primer evento, Fanático no dejó de llenar pistas en Puebla, Hidalgo y otros estados.
Una leyenda que surgió con viniles y cassettes
Los primeros años de Sonido Fanático fueron en plena época retro: viniles, cassettes, tornamesas, drivers y barredoras eran parte del arsenal. Lalo recuerda que en aquel tiempo tener un CD era un lujo, así que muchos trabajaban con grabaciones en cinta. Montar el equipo, probar el audio y coordinar los sets eran retos constantes, pero la pasión podía más.
El debut de Fanático incluyó dos sets de alrededor de 40 minutos, un formato distinto al clásico “rola por rola”. A pesar de los nervios, la presentación apadrinada por La Changa le dio a Lalo la confianza para seguir creciendo.
Una escuela para locutores
Uno de los aspectos que distingue a Sonido Fanático es su capacidad para formar nuevas voces. Lalo ha abierto las puertas a muchos locutores, convirtiendo su sonido en una auténtica escuela del micrófono. “No cualquiera da esa oportunidad”, le reconoce la comunidad sonidera, pues gracias a él, muchas voces han podido desarrollarse y dejar su huella.
Con humildad y pasión, Lalo sigue al frente de Fanático, recordando siempre sus raíces: “Recordar es vivir, y vivir es recordar. Qué padre que todo esto siga presente”. Sonido Fanático no es solo un sonido: es una historia viva del movimiento sonidero.