Las ofrendas del Día de Muertos en México son una de las tradiciones más bellas y profundas para honrar a nuestros seres queridos que ya no están. A través de ellas, celebramos su vida y recordamos los momentos compartidos.
Sin embargo, antes de montar el altar es importante conocer todos los detalles: ¿qué día se debe poner la ofrenda?, ¿qué significado tiene cada elemento? y ¿qué debemos incluir según la persona a la que esté dedicada?
¿Cuándo debo colocar la ofrenda de Día de Muertos para bebés y no nacidos?
La ofrenda para los niños difuntos, conocida como la ofrenda de los "angelitos", se coloca el 1 de noviembre, como parte del Día de Muertos. Este día está dedicado a los niños que han fallecido, a quienes se les honra con una ofrenda llena de elementos que solían disfrutar en vida, como juguetes, dulces, flores y alimentos.
Las familias suelen comenzar a montar el altar la noche del 31 de octubre, para que esté listo al amanecer del 1 de noviembre. Según la tradición, se cree que las almas de los niños regresan ese día para estar con sus seres queridos y disfrutar de los elementos de la ofrenda.
¿Qué elementos se deben poner en la ofrenda del Día de Muertos?
Aunque las ofrendas pueden variar según a quién estén dedicadas, muchos elementos son comunes y forman parte del profundo simbolismo y misticismo de esta tradición. Estos son algunos de los elementos esenciales:
- Agua: Representa la fuente de la vida y ayuda a mitigar la sed de las ánimas tras su largo viaje.
- Flores: Principalmente las cempasúchil, simbolizan la festividad y adornan la ofrenda, aromatizando el espacio durante la visita del ánima.
- Cruz de ceniza: Colocada para ayudar a las ánimas a salir del Purgatorio.
- Petate: Se coloca para que las ánimas descansen o como mantel para poner los alimentos de la ofrenda.
- Perro izcuintle: Un símbolo de bienvenida en los altares de niños, representando la pureza e inocencia.
- Retrato del difunto: Sugiere el alma que nos visitará, aunque ya no esté físicamente entre nosotros.
- Papel picado: Además de agregar color y vida, representa el aire, uno de los cuatro elementos de la ofrenda.
- Pan de muerto: Un ofrecimiento fraternal que simboliza el ciclo de la vida y la muerte.
- Calaveras de azúcar: Pequeñas o grandes, nos recuerdan la presencia de la muerte y representan la Santísima Trinidad.
- Comida típica: Mole, tamales, atole, fruta, cacahuates y dulces son algunos de los platillos que se acostumbran a colocar, siendo los favoritos de los difuntos.
Las ofrendas son un ritual lleno de color y significado en México, una parte esencial del Día de Muertos que refleja el mestizaje cultural. En este sincretismo entre lo sagrado y lo profano, recordamos a nuestros seres queridos y celebramos su vida, manteniendo viva su memoria.