Todos hemos escuchado hablar del Reparto de Utilidades y de inmediato lo asociamos a dinero extra. Pero más allá de eso, dicha prestación laboral representa un derecho establecido en la Ley Federal del Trabajo y es una práctica que busca asegurar que los trabajadores reciban una porción justa de las ganancias generadas por las empresas para las que laboran.
El reparto de utilidades, no solo fomenta la equidad social y la redistribución de la riqueza, sino que también sirve como incentivo para aumentar la productividad laboral. Por esta razón, es necesario que los empleados conozcan sus derechos y cómo verificar si les corresponde recibir este beneficio.
¿Quiénes tienen derecho a utilidades?
La biblia de los trabajadores es sin duda La Ley Federal del Trabajo, en ella establece que la mayoría de los trabajadores, incluyendo aquellos con incapacidad temporal, trabajadores eventuales que hayan laborado al menos 60 días durante el año fiscal y ex empleados que cumplan con el mismo criterio temporal, tienen derecho a participar en el reparto de utilidades.
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¿Qué casos están exentos del pago de utilidades?
Sin embargo, no todos los trabajadores son elegibles para recibir este beneficio. Según la ley, están excluidos directores, gerentes generales, administradores, trabajadores con menos de 60 días en la empresa, socios, accionistas y aquellos contratados bajo esquemas de honorarios, así como los trabajadores domésticos.
Además, las empresas que declaren ingresos anuales para el ISR ante el SAT superiores a $300,000 MXN están obligadas a repartir utilidades. No obstante, existen excepciones, como empresas que no generen utilidades durante el ejercicio fiscal, declaren pérdidas, sean instituciones de asistencia privada sin fines de lucro, el IMSS, empresas de nueva creación o del sector extractivo en fase de exploración.
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Si bien la Ley Federal del Trabajo no contempla cambios inmediatos, es esencial que tanto empleados como empleadores estén al tanto de posibles actualizaciones legislativas que puedan afectar el reparto de utilidades.
La transparencia y la comunicación son fundamentales para garantizar que todos comprendan sus derechos y obligaciones. Ante cualquier duda, los trabajadores deben tener acceso a información clara y precisa por parte de sus empleadores.