El temor a las sanciones del Servicio de Administración Tributaria es considerable entre los contribuyentes, dada la severidad de las penas que se pueden imponer por no cumplir adecuadamente con las obligaciones fiscales.
No solo las multas representan un riesgo; en determinadas circunstancias, las infracciones pueden llevar a sanciones penales, incluida la cárcel.
¿Qué sanciona el SAT?
Según el Artículo 81° del Código Fiscal de la Federación: “se establecen infracciones relacionadas con el deber de pagar contribuciones y de presentar declaraciones, solicitudes, avisos, informes o expedir constancias. Estas infracciones incluyen no presentar la documentación requerida por las disposiciones fiscales o no hacerlo a través de los medios electrónicos designados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como no cumplir con los requerimientos de las autoridades fiscales dentro de los plazos establecidos”.
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Entre los delitos específicos que pueden resultar en penas de cárcel se encuentran:
- Empresas Fantasmas: Entidades que simulan actividades empresariales sin tener la infraestructura necesaria, o que actúan como fachadas para defraudar o evadir leyes.
- Empresas Facturadoras de Operaciones Simuladas (EFOS): Emiten facturas por servicios no prestados o bienes no entregados para beneficiarse de ventajas fiscales.
- Empresas que Deduzcan Operaciones Simuladas (EDOS): Adquieren comprobantes fiscales para simular gastos deducibles o solicitar devoluciones de saldos a favor.
¿Cuánto es la multa por no declarar al SAT?
Las penas por estos ilícitos pueden llegar hasta nueve años de prisión, según el Artículo 113 Bis del Código Fiscal de la Federación. La defraudación fiscal, en particular, se penaliza con cárcel de tres meses a nueve años, dependiendo del monto defraudado, con la posibilidad de reducir la pena a la mitad si el adeudo se salda según lo dicho por el SAT.
Además, el SAT tipifica delitos como soborno a funcionarios públicos (tanto nacionales como extranjeros), malversación, tráfico de influencias, abuso de funciones, enriquecimiento ilícito, entre otros, cada uno de los cuales puede acarrear graves consecuencias penales.
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