La inflación en México ha mantenido niveles cercanos al 4% durante el año 2024, con algunos repuntes moderados. En abril, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento del 4.65% en comparación interanual.
Según el reporte publicado el 9 de mayo por el INEGI, durante abril, el índice de precios subyacente mostró un incremento del 0.21% mensual y del 4.73% anual.
Dentro de este índice, los precios de las mercancías aumentaron un 0.30%, mientras que los servicios crecieron un 0.10%. En el sector agropecuario, fueron las frutas y verduras las que más encarecieron, registrando un aumento del 18.57% interanual en este cuarto mes del año.
Productos que impactaron en la inflación
El INEGI también reveló los productos y servicios que más aumentaron de precio durante abril, entre los que se destacan el chile serrano con un alza del 64.42%, otros chiles frescos con un incremento del 33.56%, el tomate verde con un aumento del 24.25%, la naranja con una alza del 15.17%, el jitomate con un incremento del 13.67% y el aguacate con un aumento del 12.96%.
Productos que disminuyeron
En contraste, algunos productos y servicios registraron una disminución de precio en abril en comparación con el mes anterior, incluyendo la cebolla con una baja del 22.02%, el transporte aéreo con una reducción del 21.35%, la electricidad con una disminución del 12.98%, el pepino con una baja del 12.22%, y el gas doméstico LP con una reducción del 5.75%.
¿Qué provoca la inflación?
La inflación puede ser provocada por una variedad de factores, entre los cuales se destacan:
- Demanda superior a la oferta: Cuando la demanda de bienes y servicios supera la capacidad de producción de la economía, los precios tienden a subir. Esto puede ocurrir por diversos motivos, como un aumento en la confianza del consumidor, políticas de estímulo económico que aumentan el poder adquisitivo de la población, o situaciones donde la oferta no puede ajustarse rápidamente a cambios en la demanda.
- Aumento en los costos de producción: Si los costos de producción de bienes y servicios aumentan, las empresas pueden trasladar estos costos adicionales a los consumidores a través de precios más altos. Los costos de producción pueden aumentar debido a varios factores, como el aumento de los salarios, el alza en los precios de materias primas, o cambios en los costos de energía.
- Incremento en la circulación de dinero: Cuando hay más dinero en circulación en una economía sin un correspondiente aumento en la producción de bienes y servicios, se puede generar una presión alcista en los precios. Esto puede ocurrir por políticas monetarias expansivas, como la impresión de dinero por parte de los bancos centrales, o por factores externos como un aumento repentino en la inversión extranjera.
- Expectativas inflacionarias: Si los agentes económicos, incluyendo consumidores y empresas, anticipan que los precios continuarán aumentando en el futuro, es probable que ajusten sus comportamientos y decisiones económicas en consecuencia. Por ejemplo, los trabajadores pueden exigir aumentos salariales más altos para compensar la pérdida de poder adquisitivo, lo que a su vez puede alimentar un ciclo de aumento de precios.
Es importante tener en cuenta que las alzas pronunciadas en los precios de productos agropecuarios suelen ser estacionales, debido a su alta volatilidad, que responde a factores como la temporada, la demanda, las condiciones climáticas y otros.