En un mundo donde revisar el teléfono se ha vuelto un reflejo automático, la idea de desinstalar una de las aplicaciones más usadas como Facebook, puede parecer drástica.
Sin embargo, diversos estudios y la información revelada por Jeff Horwitz para Reuters, coinciden en que una pausa de siete días podría tener efectos inmediatos y medibles en el bienestar emocional, los hábitos digitales y la productividad.
¿Qué cambios experimenta tu bienestar emocional cuando desinstalas Facebook de tu teléfono por una semana?
En 2020, Meta impulsó el llamado Proyecto Mercurio, una investigación desarrollada junto a Nielsen con el objetivo de medir el impacto de desactivar Facebook durante siete días. Los resultados fueron contundentes: los participantes reportaron reducciones en depresión, ansiedad, soledad y comparación social al alejarse temporalmente de la red social.
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Sin embargo, según los documentos judiciales, la empresa optó por cancelar el estudio y restar importancia a las conclusiones. Argumentó que los datos estaban “influenciados” por la imagen negativa que la compañía ya enfrentaba en los medios.
Pese a ello, investigadores internos defendieron la validez del proyecto y compararon el intento de ocultar los hallazgos con las prácticas de la industria tabacalera al ignorar los riesgos del consumo de cigarrillos.
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La demanda, presentada por distritos escolares de EE. UU. Acusa a las plataformas de priorizar su crecimiento sobre la seguridad de los menores.
Entre los señalamientos contra Meta destacan: tolerancia excesiva hacia cuentas vinculadas al tráfico sexual, reconocimiento de que impulsar la participación adolescente aumenta la exposición a contenido dañino, freno a medidas para limitar el contacto entre depredadores y menores y mensajes internos de 2021 donde Mark Zuckerberg admite que la seguridad infantil no era prioridad frente al desarrollo del metaverso.
¿Cómo responde Meta a las acusaciones y qué argumentos ofrece en su defensa pública?
Ante las acusaciones, Andy Stone, portavoz de Meta, afirmó que los documentos fueron sacados de contexto y que el Proyecto Mercurio se descartó por fallas metodológicas, no por sus conclusiones. Añadió que la empresa lleva más de una década fortaleciendo sus medidas de seguridad y que las cuentas relacionadas con tráfico sexual se eliminan “de inmediato”.
“Rechazamos por completo estas acusaciones basadas en citas aisladas y opiniones desinformadas”, sostuvo Stone, defendiendo las actuales políticas de protección para adolescentes.
Sin embargo, la audiencia del caso se realizará el 26 de enero de 2026 en el Tribunal del Distrito del Norte de California. Mientras tanto, el proceso incrementa la presión sobre las grandes tecnológicas, cuestionadas por su impacto en la salud mental y la seguridad infantil.
La revelación del Proyecto Mercurio también reaviva el debate sobre la responsabilidad corporativa y cuánto están dispuestas las compañías a transparentar sobre los efectos reales de sus productos.