Nada se compara con el placer de comer helado en un día caluroso. Cremoso, refrescante y delicioso, este postre es el favorito del verano. Sin embargo, muchas personas lo evitan por su alto contenido de azúcar, grasas y calorías.
La buena noticia es que eso está cambiando: ahora, gracias a un análisis de Profeco, sabemos que sí es posible disfrutar del helado sin culpa, debido a que existe una opción saludable, accesible y sorprendentemente nutritiva que se vende en supermercados mexicanos.
¿Cuál es el helado con menos azúcar y mejor balance nutricional del supermercado en 2025?
Se trata del helado de la marca Precíssimo, disponible en las tiendas Soriana y ahora considerado como el más saludable del mercado.
Te podría interesar
Según el análisis de Profeco, este producto destaca por contener solo 11.5 gramos de azúcar, mientras que otras marcas pueden llegar a duplicar esa cantidad. Además, incluye 1.4 gramos de proteína, 6.9 gramos de grasa y 15.3 gramos de carbohidratos, posicionándolo como una alternativa más ligera y nutritiva dentro de su categoría.
El estudio, que comparó distintas marcas y sabores, evaluó criterios como el contenido energético, la veracidad del etiquetado y la calidad sanitaria. Con base en estos parámetros, el helado Precíssimo fue una de las opciones mejor calificadas, no solo por su composición, sino también por su precio.
Te podría interesar
¿Dónde comprar el helado saludable, económico y aprobado por Profeco?
El helado más saludable según Profeco puede adquirirse exclusivamente en tiendas Soriana, en presentación de 486 gramos y a un precio de 40 pesos. Una cifra que lo convierte en una opción mucho más accesible frente a otras marcas del mercado, cuyos precios pueden alcanzar hasta los 182 pesos.
Este hallazgo resulta especialmente relevante para quienes buscan alternativas dulces pero más saludables, ya sea por motivos de salud, dieta o simplemente por cuidar el consumo diario de azúcar.
Aunque no se trata de un producto “fit” o dietético, sí representa una opción equilibrada para disfrutar de un postre sin caer en excesos.