El jamón es un alimento básico en muchos hogares mexicanos, presente en desayunos, comidas y antojitos diarios. Su versatilidad lo convierte en una opción popular, pero no todos los productos en el mercado cumplen con los estándares de calidad esperados.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza estudios periódicos para analizar la veracidad de la información nutrimental en los productos. Estos análisis buscan proteger a las personas consumidoras, asegurando que los alimentos cumplan con las normas establecidas. Conocer los resultados de estas evaluaciones permite tomar decisiones informadas al comprarlos.
La importancia de conocer lo que consumimos
La calidad de los jamones varía según su clasificación, que puede ser extrafino, fino, preferente, comercial o económico, dependiendo de factores como el contenido de proteína, grasa y aditivos. Los consumidores suelen confiar en las etiquetas para elegir opciones más saludables, pero las discrepancias en la información pueden generar confusión.
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Marcas que no cumplen con lo declarado
La idea del análisis es identificar los jamones con más grasa y sodio de lo que indican sus etiquetas, según Profeco publicado en la Revista del Consumidor de julio de 2025. Entre las marcas señaladas, Chimex Ibero Barcelona (jamón de pavo) declara 950 mg de sodio por 100 g, pero contiene 1030 mg, y Nutri Deli (jamón de pierna horneado) indica 780 mg, pero tiene 1198 mg.
Otros productos, como Bafar Clásico y Duby (ambos embutidos), reportan menos grasa de la que realmente contienen, lo que puede inducir a error a quienes buscan opciones menos calóricas. Además, algunos productos no cumplen con la NOM-158-SCFI-2003, que regula la composición de jamones y embutidos. Estas irregularidades afectan la confianza del consumidor.
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Productos que engañan al consumidor
El estudio de Profeco analizó 40 productos entre el 13 de marzo y el 12 de mayo de 2025, incluyendo jamones de pavo, cerdo, combinaciones de ambos y una opción vegana. Algunos productos, como Aurrera (embutido cocido de cerdo y pavo) y Galicia Virginia (producto cárnico cocido), presentan menos contenido neto o más sodio del declarado, según los resultados.
Profeco también alertó sobre productos que se venden como jamones, pero son embutidos con mayor contenido de fécula, soya o aditivos, lo que reduce su valor nutrimental. Estos productos suelen colocarse junto a los jamones en los supermercados, lo que puede confundir a los compradores.
Recomendaciones para elegir mejor
Para seleccionar un jamón de calidad, Profeco sugiere revisar cuidadosamente las etiquetas, prestando atención a la fecha de caducidad, los ingredientes y la tabla nutrimental. Es importante verificar el porcentaje de proteína, grasa y sodio, ya que el exceso de este último puede ser perjudicial para la salud, según la OMS, que recomienda no superar los 2 gramos diarios.
También se aconseja priorizar productos con menos sellos de advertencia, como “exceso de sodio” o “exceso de grasas”. Mantener los jamones refrigerados y comprar en establecimientos confiables garantiza una mejor conservación.
Cómo proteger tu salud al consumir jamón
El consumo excesivo de embutidos puede tener implicaciones para la salud debido a su contenido de nitritos, fosfatos y sodio. Profeco recomienda moderar su ingesta y optar por jamones con mayor contenido de proteína y menos aditivos.
Los productos que no cumplen con la NOM-158-SCFI-2003, como los señalados en el estudio, enfrentarán medidas por parte de Profeco, incluyendo posibles retiros del mercado. Leer las etiquetas y comparar marcas antes de comprar es una práctica esencial para evitar productos engañosos.
Conclusión: consume con información
El estudio de Profeco resalta la importancia de estar informados sobre lo que consumimos, especialmente con productos tan comunes como el jamón. Marcas como Chimex Ibero Barcelona, Nutri Deli y otras han sido señaladas por no cumplir con lo que declaran, lo que afecta la confianza del consumidor.
Al elegir jamones, prioriza aquellos que cumplan con las normas y ofrezcan información clara en sus etiquetas. Con estas recomendaciones, puedes disfrutar de este alimento de manera más segura y saludable en tu día a día.