El estrés laboral es un problema cada vez más común en nuestra sociedad. Esto, sin embargo, se enfatiza en momentos como el actual, en que volvemos a nuestros puestos de trabajo tras las vacaciones, con mucho por hacer.
Las demandas del trabajo, las largas horas, los plazos ajustados y la presión constante pueden tener un impacto significativo en nuestra salud física y mental. En este sentido, uno de los efectos más preocupantes del estrés laboral es su relación con el dolor crónico.
¿El estrés laboral puede ocasinarte dolores de rodillas?
El estrés laboral puede contribuir indirectamente al dolor de rodilla, el cual puede llegar a limitar el movimiento de muchas personas, no solo se relaciona con el desgaste por la edad, sino que puede manifestarse antes de los 50 años debido al estrés generado por diversos hábitos, incluidos los laborales, según explican especialistas.
Según datos del estudio EPISER, aproximadamente el 10% de la población mayor de 20 años experimenta dolor de rodilla debido al desgaste articular, un porcentaje que aumenta con la edad y entre quienes practican deportes como fútbol, baloncesto o tenis.
Es fundamental tener en cuenta que el dolor de rodilla también puede tener otras causas físicas, como lesiones o enfermedades articulares. Si experimentas dolor persistente, es recomendable consultar a un médico para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
¿Cómo prevenir el dolor e inflamación e las rodillas?
Fortalece los músculos alrededor de las articulaciones mediante una rutina de ejercicios que incluya actividades para fortalecer cuádriceps, isquiotibiales y músculos de la pantorrilla, reduciendo así el riesgo de lesiones.
Mantén una buena postura y técnica de movimiento para distribuir uniformemente el peso corporal y minimizar la tensión en las articulaciones. Escucha a tu cuerpo y descansa cuando sea necesario, evitando la sobreexigencia física que puede aumentar el riesgo de lesiones articulares.
Practica actividades físicas de bajo impacto que mejoren la flexibilidad y resistencia sin sobrecargar las articulaciones.
Estos consejos pueden contribuir significativamente a mantener la salud y funcionalidad de tus rodillas a largo plazo.