El queso es uno de los alimentos más versátiles y apreciados en muchas cocinas del mundo. Desde una picada improvisada hasta un toque gourmet en una receta casera, su sabor y textura pueden transformar cualquier plato.
Sin embargo, uno de los problemas más frecuentes en los hogares es su conservación: ¿Cómo hacer para que no se seque, no forme moho y dure más tiempo en la heladera?
La clave está en saber cómo y dónde guardar cada tipo de queso, ya que no todos requieren el mismo tratamiento. A continuación, te contamos cuáles son los errores más comunes y cómo evitarlos.
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¿Cómo guardar el queso en la heladera para que se conserve por más tiempo?
Las expertas culinarias María y Martha, creadoras de la cuenta @gourmetsolutions, explican que cada tipo de queso necesita una forma específica de conservación para evitar el deterioro y prolongar su vida útil sin perder sabor ni textura.
Quesos semimaduros
Variedades como gouda, manchego, emmental o gruyère son muy populares, pero también muy sensibles al mal almacenamiento. El error más habitual es envolverlos directamente en papel film, lo que impide que el queso “respire” y favorece la acumulación de humedad, acelerando la formación de hongos.
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¿Qué hacer?
- Envolverlo en papel encerado o papel manteca, que permite una ligera transpiración.
- Luego, coloca el queso envuelto dentro de una bolsa hermética o tupper con tapa.
- Guárdalo en el cajón de verduras o en la parte media del refrigerador, donde la temperatura es más estable.
Duración estimada: hasta 4 semanas si se conserva correctamente.
Quesos frescos
Los quesos frescos como panela, burrata, ricota o requesón tienen un alto contenido de humedad, por lo que requieren un almacenamiento diferente.
Consejos clave:
- Conserva estos quesos en su envase original, siempre que tenga tapa.
- Si ya lo abriste, guardalos en un recipiente hermético, preferentemente con el suero original.
- Si no tienen suero, podes colocarlos sobre papel encerado, nunca sobre servilletas, que absorben la humedad.
¿Dónde guardarlos?
- En el cajón de verduras, nunca en la puerta del refrigerador, donde las temperaturas fluctúan más.
Duración estimada: hasta 10 días una vez abierto, dependiendo del tipo.
Consejos generales para conservar cualquier queso
- No congeles quesos blandos o frescos, ya que cambian su textura.
- No mezcles diferentes tipos de queso en un mismo recipiente, porque cada uno tiene un nivel distinto de humedad y maduración.
- Evita guardarlos junto a alimentos con olores fuertes, como cebollas o embutidos sin tapar. El queso absorbe fácilmente aromas del entorno.
- Revisa la fecha de vencimiento, pero también usa tus sentidos: si huele mal, cambia de color o tiene una textura viscosa, es momento de descartarlo.
Guardar el queso de forma adecuada no solo prolonga su frescura y sabor, sino que también reduce el desperdicio de alimentos, un problema creciente en la mayoría de los hogares. Incorporar buenos hábitos de conservación te permite disfrutar más tiempo de este alimento tan noble, evitar gastos innecesarios y cuidar el planeta.
Así que la próxima vez que compres queso, recorda: un buen almacenamiento es casi tan importante como una buena elección.