La Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) es una institución que defiende los derechos de los consumidores, previene abusos y promueve relaciones comerciales justas en todo el país.
En esta ocasión Profeco advirtió sobre los daños que puede provocar en la salud el consumo de los refrescos light, también conocidos en otros países como gaseosas.
La preocupación por los daños que pueden causar estos refrescos surgió luego de que la Secretaría de Salud, durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, lanzó una advertencia sobre los refrescos “light” o “sin azúcar”, productos que muchos consideran una opción más saludable.
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¿Qué tan dañinos son los regrescos light?
Profeco afirma que consumir frecuentemente refrescos puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto o una hemorragia cerebral. Estas bebidas emplean edulcorantes sintéticos en lugar del azúcar tradicional es uno de los principales motivos de alerta.
Además, los refrescos emplean entre sus ingredientes sustancias como el aspartame, la sucralosa o el acesulfame K los cuales afectan directamente la microbiota intestinal, promueven la inflamación y pueden incluso contribuir al aumento de peso.
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Además, la Secretaría de Salud, junto a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), advierte que estos aditivos presentes en los refrescos alteran el equilibrio bacteriano en el intestino, lo que deriva en mayor propensión a enfermedades crónicas.
El consumo regular de estas bebidas está asociado con un aumento del Índice de Masa Corporal (IMC). En resumen, en lugar de ayudarnos a bajar de peso, solo estimulan el apetito y provocan obesidad.
¿Qué enfermedades causa el consumo de refrescos?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que los edulcorantes sin azúcar no deben usarse como estrategia para bajar de peso ni para prevenir enfermedades. Su consumo se relaciona con un mayor riesgo de diabetes, problemas cardiovasculares y afecciones cerebrovasculares.
Por ejemplo, en México (según datos de INEGI), en 2024 fallecieron más de 192 mil personas por enfermedades cardiovasculares y más de 112 mil por diabetes mellitus, dos condiciones directamente vinculadas con el consumo de bebidas azucaradas y light.