Conforme se acerca el fin de la cuaresma, millones de personas que han dejado de consumir carne como parte de sus prácticas religiosas se preparan para el fin de la abstinencia, además del termino de este período de reflexión y ayuno que también implica.
Sin embargo, la cuaresma es mucho más que sólo abstenerse de ciertos alimentos; representa un tiempo de renovación espiritual y para muchos creyentes, es la oportunidad de tener acciones caritativas con su prójimo, su familia, sus conocidos y la gente a su alrededor.
¿Qué implica la Cuaresma?
La cuaresma, una tradición religiosa que dura 40 días, tiene como objetivo principal la reflexión, el ayuno y el arrepentimiento de los actos pecaminosos que hemos realizado a lo largo de nuestras vidas. Pero también es el camino de preparación para la celebración de la Pascua. Durante este tiempo, los fieles creyentes se dedican a la oración, la limosna y otras prácticas piadosas como formas de purificación y renovación espiritual.
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Si bien en sus orígenes el ayuno implicaba la abstinencia total de alimentos y agua como un acto de sacrificio en sintonía con Jesucristo, con el tiempo esta práctica evolucionó hacia únicamente la abstinencia de carne, especialmente de carnes rojas. Es por ello que durante la cuaresma es común consumir pescado o mariscos en lugar de carne, lo que ha llevado a un aumento en la demanda y los precios de estos productos en la sociedad mexicana.
Este aumento en la demanda de pescado y mariscos durante la cuaresma ha llevado a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a intensificar las revisiones en establecimientos que venden estos alimentos, así como a las marcas que existen en el mercado para garantizar la calidad y seguridad de los productos ofrecidos a los consumidores.
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¿Cuándo acaba el período de Cuaresma?
Según la tradición, la cuaresma comenzó el pasado Miércoles de Ceniza, el 14 de febrero, y concluirá el próximo Viernes Santo, el 29 de marzo. Sin embargo, este año, al ser bisiesto, la cuaresma se extiende un día adicional, terminando oficialmente el 30 de marzo, con el Sábado de Gloria.
El fin de la cuaresma marca el final de un período de penitencia y reflexión, permitiendo a los católicos retomar la práctica del consumo de carne y celebrar la llegada de la Pascua. Es un momento para la alegría y la renovación espiritual, donde la comunidad se reúne para conmemorar la resurrección de Jesucristo.