En la actualidad, una de las mayores preocupaciones de las generaciones, especialmente de los adultos y jóvenes entre 16 y 35 años, es el dinero. Sin embargo, entre los múltiples retos que existen para sus finanzas personales, se encuentra el fenómeno conocido como "dismorfia del dinero". Actualmente, los jóvenes enfrentan una etapa sumamente complicada, donde el dinero se convierte en uno de los temas más estresantes de su vida.
Qué es este trastorno de las finanzas personales
La "dismorfia del dinero" se puede describir como la conducta desenfrenada de imitar o recrear un nivel de vida alto, cuando en realidad no es así. Este problema, derivado de una percepción errónea de las finanzas personales, provoca conductas dañinas, pues más allá de solo aparentar ser un comprador compulsivo, las consecuencias del endeudamiento pueden ser extremadamente severas. Sin embargo, los expertos en finanzas personales mencionan que, más allá de ser una consecuencia directa del exceso de lujos exhibidos en las redes sociales, también refleja un importante problema sociocultural.
Las generaciones más jóvenes están expuestas al estilo de vida de celebridades cuyos entornos no son similares a los de sus seguidores, especialmente considerando que el poder adquisitivo en países extranjeros difiere del de los países en desarrollo. Sin embargo, en el afán de lograr el sueño de "ser rico o millonario", terminan endeudándose o imitando conductas basadas en la ilusión de percibir grandes cantidades de dinero, aunque esta sea diferente en la realidad.
Cuáles son las causas de la “dismorfia del dinero”
Aunque no es definitivo, estas crisis responden a la economía de un país. Se debe tener en cuenta que, en México, el ingreso promedio de la fuerza laboral de profesionistas y técnicos durante el cuarto trimestre de 2023 fue de 9.95 millones de personas, con un salario promedio de $7.43 mil pesos, trabajando alrededor de 37.9 horas a la semana. La edad promedio fue de 39.9 años, con una distribución de 60.1% hombres, con un salario promedio de $7.78 mil pesos, y 39.9% mujeres, con un salario promedio de $6.9 mil pesos.
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Este fenómeno social, denominado "dismorfia del dinero", puede ser una de las consecuencias de los bajos salarios y la cultura del hiperconsumo. El hiperconsumo es una noción empleada por varios sociólogos y filósofos para referirse a un consumismo desmedido, implicando que los seres humanos consumen más de lo necesario, satisfaciendo no solo sus necesidades básicas, sino también deseos asociados al ocio y el placer.
Sin embargo, expertos en conducta humana y finanzas personales resaltan que la cantidad de objetos materiales que posee una persona no determina su "nivel de felicidad", ni es un reflejo real de sus ingresos, pues muchas veces la "dismorfia del dinero" viene acompañada de deudas que pueden tardar años en saldarse, causando sentimientos de estrés, tristeza, furia e impotencia en los consumidores.
La coordinadora de investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, Ingrid Vargas Huicochea, señala que definir la felicidad es una tarea compleja, ya que está en constante evolución y cada ser humano la percibe de manera única.
Es importante resaltar que la idea generalizada de la felicidad a través del hiperconsumo, aunque dirigida a un sector mayoritario de la población mundial, termina excluyendo a aquellos que no se adecúan al perfil deseado, negando así satisfacciones derivadas de aspectos como el sentido del deber, el propósito, la familia, logros académicos, o incluso la decisión de no poseer bienes materiales.