Cuando interrumpes tu vida laboral, es natural preguntarse qué ocurre con los ahorros acumulados en tu AFORE. Afortunadamente, la respuesta es tranquilizadora: tu dinero permanece seguro en tu cuenta individual.
A continuación, te explicamos qué sucede con tu AFORE y cómo puedes optimizar tus ahorros para el retiro.
1. Seguridad y Crecimiento
Los recursos acumulados en tu AFORE no se pierden al dejar de trabajar. Aunque no recibas aportaciones por parte de tu empleo, tu dinero sigue generando rendimientos. Estos rendimientos pueden provenir de inversiones reguladas, lo que significa que tu ahorro permanece resguardado y tiene la posibilidad de crecer.
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Para asegurar tu futuro financiero, considera realizar depósitos voluntarios, una estrategia asertiva para incrementar tus ahorros a largo plazo.
2. Ejemplo práctico
Imagina a una mujer de 25 años que comienza a cotizar un sueldo mensual de 21,538 pesos y planea retirarse a los 65 años. Sin ahorro voluntario, recibiría una pensión de alrededor de 10,000 pesos. Sin embargo, si realiza aportaciones adicionales, podría alcanzar una pensión de 21,538 pesos.
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Esto supone un rendimiento neto real anual del 4%, densidad de cotización del 80%, y un ingreso constante de 5 salarios mínimos durante su carrera laboral.
3. Impacto del ahorro voluntario
El ahorro voluntario es una excelente opción. Es deducible de impuestos, flexible según tus posibilidades y puedes gestionarlo desde casa o en establecimientos comerciales. Aunque las aportaciones mensuales se detienen al dejar de trabajar, los recursos acumulados siguen generando ganancias, aunque a un ritmo más lento.
Cuando vuelvas a laborar, tus aportaciones patronales se reactivarán según el tiempo que hayas estado sin cotizar.
En resumen, tu AFORE protege tus ahorros incluso cuando no estás trabajando. Mantén un enfoque proactivo y considera el ahorro voluntario para asegurar un retiro financiero sólido.